
Cada vez aumentan más las búsquedas en Internet de términos como “algodón orgánico”, plástico reciclado o biodegradable. Cada vez somos más los que vemos claro que para poder sobrevivir y que el mundo no acabe con nosotros debemos respetarlo mucho más. Es por ello que la “moda sostenible” es cada vez un concepto que no suena tan antagónico. Porque la moda siempre nos ha llevado a comprar prendas de temporada, desechar las de temporadas anteriores y hacer suficientes cambios como para que podamos aprovechar poca ropa de años anteriores.
Pero por fin empezamos a damos cuenta que nuestro mundo no puede resistir si seguimos comprando prendas de “usar y tirar”, que es más barato para nuestro bolsillo gastar más en una camiseta que resista bien los lavados y no haya sido generada en la otra punta del mundo. Y entonces el mundo de la moda empieza a mirar en esta línea, estudia, piensa e intenta producir piezas menos nocivas para nuestro entorno.
Sabemos que nos falta mucho camino por recorrer, pero tener datos de todo lo que supone comprar una prenda u otra nos puede ayudar a decidir, cambiar nuestro modelo de consumo y sentirnos mejor con ello.
Cuando consumimos productos de proximidad sabemos que ahorramos la gran contaminación que supone su transporte, pero además también nos aseguramos que han estado producidos bajo leyes Europeas. No son perfectas pero suelen respetar mejor los derechos humanos, y eso no es poco.
Hoy es el día de la alimentación sostenible, así que aprovechemos todo lo que estamos aprendiendo para dar valor a nuestros payeses y productores, a los productos de temporada frente a los que vienen de la otra punta del mundo. Cada vez gastamos más consumiendo este tipo de productos y viajamos menos o más cerca, y aunque nos queda mucho camino por recorrer avanzar en esta línea es suficientemente importante como para valorarlo y potenciarlo.
Ser sostenible no es o todo o nada, así que avancemos juntos hacia este nuevo modelo de consumo.